LA EVOLUCIÓN DEL RÉCORD DEL MUNDO DE MARATÓN Y EL MITO DE LAS DOS HORAS
El récord del mundo de Wilson Kipsang pone en evidencia que el récord masculino de maratón es uno de los que más ha progresado en los últimos años. Siempre que hablemos desde el punto de vista de la prueba masculina, en mujeres la cosa cambia. Se cumplen 10 años del récord de Paula Radcliffe y parece muy difícil que alguna mujer se acerque a ese récord de 2h15:25 realizado el 13 de abril de 2003. La puerta a un nuevo récord del mundo femenino se puede abrir después de la aprobación por parte de la IAAF de que en mujeres se establecerán dos récords: uno será el actual récord del mundo realizado en una prueba mixta (hombres y mujeres) y otro será el récord que se haya hecho en una prueba en la que las mujeres no tienen ayuda de hombres. La mejor marca mundial en una maratón exclusivamente de mujeres lo tiene también Paula Radcliffe con 2h17:42. Algunas organizaciones como ARRS (Asociación de estadísticos de pruebas en ruta) han establecido esa norma hace tiempo y para ellos los récords femeninos son aquellos en los que la salida por géneros está diferenciada.
Florence Kiplagat declaró, después de vencer en Berlín, que se encontraba muy molesta por toda la repercusión que había tenido el récord de Kipsang y que de ella nadie se acordaba. Había vencido en una de las maratones más importantes del mundo, pero toda la atención mediática giraba en torno al récord masculino. Prometió que para el año que viene se uniría a Mary Keitany y Edna Kiplagat para, entre las tres, poder intentar atacar el récord del mundo de Radcliffe.
Sus quejas no están exentas de razón, parece que el atletismo femenino se ve abocado al ostracismo como consecuencia de que no se batan récords. Con excepción del 5000, lanzamiento de martillo, marcha y salto con pértiga, el resto de pruebas están a años luz de lo que son los récords del mundo que en muchos casos tienen como poseedoras de los mismos a atletas que estaban bajo una clara sospecha de dopaje. Christine Ohuruogu es una extraordinaria atleta que se convertía en campeona del mundo en Moscú en una de las carreras más bonitas de todo el Campeonato del Mundo, los 400 metros. Pero una comparación de su marca personal (49.41) con el récord del mundo de Marita Koch (47.60) nos depara una diferencia de casi dos segundos, muchísimo para la distancia. A toda una generación de mujeres se le está privando de la posibilidad de un récord del mundo. Lo mismo se podría decir de las pruebas de fondo, donde la mejor atleta de todos los tiempos, Tirunesh Dibaba, está a 23 segundos del récord del mundo de 10.000 metros de Wang Junxia. La suerte de Dibaba es que cuando irrumpieron las chinas en Sttutgart 1993 se competía en 3000 metros y eso permitió que el récord de 5000 fuera accesible para ella, pero los récords de 1500, 3000 y 10000 no están al alcance de ninguna atleta en la actualidad.
Sin embargo, el fondo masculino ha tenido muchos más récords del mundo que en mujeres. En hombres, varios fueron los récords que se batieron desde mediados de los 90. En 5000 y 10000 metros los récords evolucionaron muy rápidamente desde mediados de los 90 para luego sufrir un parón en los últimos años. Pero en maratón se ha producido el proceso inverso. En 1994 el récord del mundo de 5000 estaba en 12:58.39 (Aouita) y ese mismo año lo batía Gebreselassie. 4 años más tarde se había batido otras 5 veces y se quedaba en 12:39.36. Se produjo una progesión de 19 segundos en menos de un lustro. Desde entonces y en estos últimos 15 años, sólo fue batido una vez más (12:37.35 por Kenenisa Bekele en 2004). Las similitudes con el 10000 son claras. Se inició el año 1993 con el récord del mundo en 27:08.23 y 5 años más tarde el récord estaba en 26:22.75. En los últimos 15 años sólo se ha producido un récord del mundo (26:17.53 también de Bekele, en 2005) y desde 2008 nadie ha logrado bajar de 26:43. Esto significa que en este último lustro lo más cercano que se ha estado del récord del mundial son 26 segundos.
Pero la evolución del récord en maratón ha sido inversa, en los 90 sólo tuvimos 2 récords del mundo: 2h06:05 de Ronaldo da Costa en 1998 y 2h05:42 de Khalid Khannouchi en 1999. Y en esta última década hemos visto cómo el récord se bajaba hasta en 5 ocasiones; un nuevo récord cada 2 años.
La irrupción de la marea africana es cada vez más evidente y en los últimos años hemos vivido una evolución en el perfil tipo del maratoniano. Hemos pasado de atletas que procedían de la pista y que evolucionaron para la ruta, véase a Gebeselassie y Paul Tergat, a atletas que han desarrollado toda su carrera sobre el asfalto y que han tocado la pista de una manera muy secundaria, con los Geoffrey Mutai, Wilson Kipsang, Tsegaye Kebede,Dennis Kimetto… Sammy Wanjiru la tocó, pero sólo en sus inicios y la dejó una vez empezó su carrera de maratoniano cuando aún era un atleta muy joven. Este tipo de atleta ha sido el gran dominador de las pruebas de maratón en los últimos años. La excepción a la regla era Mosop, pero parece que se abren nuevas expectativas a los maratonianos que vienen de la pista. Primero fue Eliud Kipchoge que lograba el triunfo en Hamburgo, además de su excepcional 2h04:05 que le valió un segundo puesto el día del récord del mundo en Berlín. Pero lo más prometedor para la maratón es el inminente estreno en la distancia de los dos últimos campeones olímpicos en 10.000: Kenenisa Bekele y Mo Farah. Algo parecido parece que acontecerá en mujeres, donde las “ruteras” Mary Keitany, Priscah Jeptoo yTiki Gelana se tendrán que ver las caras con Tirunesh Dibaba y Meseret Defar, dos atletas que provienen de la pista y que siguen los pasos de Melkamu, una de las pocas maratonianas que habían hecho pista con anterioridad a su paso a la maratón.
Varias son las teorías que se han hecho sobre la posible evolución en los próximos años del récord del mundo. Renato Canova, prestigioso técnico italiano afincado en Kenia, opinaba en 2012 que en 5 años se estaría bajando de las 2h02 pero que no ve la posibilidad de bajar de las 2 horas en esta generación. En Sportsscientits.com consideran que se bajará de 2h03 en los próximos 5 años y que, una vez suceda eso, ya se pensará en los 2h02.Runblogrun considera que se batirá el récord en poco tiempo, pero que las 2 horas es una locura. Athletics Weekly es uno de los pocos medios que confían en que se batirá la barrera algún día, pero que el atleta que lo haga aún está por nacer.
A la discusión sobre la barrera de las 2 horas se han unido voces muy escépticas como las de Paul Tergat, Roger Bannister y Sebastian Coe. El primer recordman mundial de maratón keniano decía que era ridículo pensar que se pudiera batir ese récord y el doble campeón olímpico de 1500 metros también mostraba incredulidad. Y, sin embargo, Farah se mostraba más optimista.
Lo que sí parece claro es que el récord se volverá a batir en poco tiempo. El registro de Wilson Kipsang se hizo en un día de mucho viento y con un final de carrera extraordinario que hace pensar que, si le apuran un poco más en los tramos iniciales puede mejorar más.Llegó demasiado entero y encadenando los kilómetros finales a 2:50. Pero otra cosa son las 2 horas; y es que no sólo depende del estado de forma del atleta que lo intente, sino también del circuito, temperatura, viento, liebres, rivales…
Si tomamos el récord actual (2h03:23) necesitaríamos una mejora de 3:23 para lograr bajar de las dos horas. Se necesitaron 25 años para bajar un tiempo similar al necesario ahora para bajar de las 2 horas. Pero en los pasados 25 años hemos vivido un hecho que ha sido muy importante en esta progresión y que ya no se volverá a repetir: la irrupción de los atletas africanos en las pruebas de maratón. El boom empezó en los 90 y continua hasta nuestros días. Este fenómeno revolucionó por completo los rankings y los resultados de las maratones. Sirva de ejemplo la maratón de Boston, la más antigua del mundo. Hasta 1988, en la carrera masculina, ningún africano había vencido en esa carrera y desde entonces sólo dos atletas no africanos han logrado la victoria.
Para correr una maratón en 2 horas habría que correr 8 veces 5 kilometros en 14:13 sin recuperación, es decir a 2:50/km, 5 segundos menos por kilómetro que ahora. Hasta la fecha, lo máximo que hemos visto a un maratonino de élite es realizar un parcial de 5 kilómetros a ese ritmo, pero harían falta siete más y un adicional de 2.195 metros. Se antoja muy difícil…
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